Los miembros del Taller hemos buscado textos e imágenes relacionados con el Artículo 13 de los Derechos Humanos, adornando el aula de referencia donde celebramos las sesiones. Posteriormente hemos realizado composiciones poéticas en grupo. Estos son los resultados:
Poema basado en los textos de Susana Diez de la Cortina Montemayor, Ángela Figuera Aymerich, Wislawa Szymborska, Ángel Guinda, María José Pastor, Fernando Beltrán, Bernardo Santos, Daniel Bellón, José María Gómez Valero y José María García Linares.
QUIZÁ…
Quizá fue una pesadilla
de asustados llantos huérfanos,
de gemidos bajo escombros
y constantes bombardeos.
No eran fuegos de artificio
celebrando algún evento,
sino rayos asesinos
acompañados de truenos
que devastaban impíos
refugios, casas y sueños,
abriendo grandes heridas
en almas y pavimentos.
Al fin pude despertarme
con un sudor frío y viejo…
La calidez de mi cama
venció al llanto y desconsuelo.
Pero no puedo olvidarme
de aquellos niños de Alepo
que no pueden despertarse
para escapar del infierno.
Juegan en las calles rotas
sin protegerse de un cielo
que en lugar de un azul prístino
refleja terror y duelo.
Fantasean con la varita
de un poderoso hechicero
que reconstruya sus barrios,
sus familias y sus juegos.
Ni de aquéllos que marcharon
sobrepasados de miedo
seguidos por el fantasma
de todo lo que perdieron.
Sueñan que un hada madrina
con los brazos muy abiertos,
por compensar la miseria,
la destrucción y el destierro,
convertirá sus harapos
en un vestido de ensueño
y los llevará a una fiesta
en un castillo europeo.
Quizá fue una pesadilla…
¡No quiero pensar en ello!
Pilar Elvira Vallejo
Las actividades del Taller se han ampliado y han llegado, como en otras ocasiones, a las aulas del centro. Los alumnos de 1º de ESO han participado en la creación de textos poéticos que trabajan los Derechos Humanos, dentro del programa que promueve el Cube Project, en el que participamos. En nuestro centro, como ya se ha explicado en la anterior entrada del blog, la propuesta es desarrollar acciones creativas y participativas alrededor del Artículo 13:
Romancillo del
caminante
Tras
tanto andar me descoso
si
bien no encuentro reposo.
Duele
más el odio y la guerra
que
andar por sendero rocoso
Desfila
espeso un reguero
en
mis sandalias de cuero,
pero, sobre todo, pienso
en
aquel gobierno artero.
La
libertad tiene un tique
aunque
en mi bolsillo no se ubique
pese
a todas las dificultades
no
esperen que de la fe abdique.
De
la muerte tuve exceso
obviamente
no salí ileso
rezo
para que merezca la pena
el
marchar y luego el regreso.
ayúdale
a que siga adelante
nadie
quiere marchar de su tierra
no
te muestres con él arrogante.
Diego Almodóvar González
Los
inmigrantes tienen muchos hombros,
muchos
corazones, muchas manos, muchas piernas.
Indóciles,
errantes, ateridos,
labrarán
resplandores en lo oscuro
fulgores
que debieran persistir
Sobreviviré,
no cabe duda.
Resistiré
a los golpes,
al
olvido de mi nombre,
al
silencio de mi pueblo.
Sin
darnos cuenta
los
respiramos.
Que den
un paso al frente,
Pero
ellos –qué encendida travesía,
qué
alta siembra de pasos decisivos-
proseguirán
su paciente tarea,
su
pródigo tránsito, su derrota:
hacer
que una luz nueva alumbre el mundo,
prender
el tiempo, fundar claridades
…para
volver al mundo de los vivos
lo
estoy diciendo a gritos: faltan puentes.
¿Estos
son tus hijos?—Sí
El
médico sin fronteras soy yo
El
funcionario honrado soy yo
El
hombre capaz de lo mejor
El
hombre a secas, yo.
Lo
que nos hace falta son los puentes
Hay
que hacer puentes (dale que le dale)
con
palos o cañas. O suspiros.
Lo
principal de todo son los puentes.
(Colgantes,
subterráneos, levadizos.)
Hagamos
puentes, puentes, puentes, puentes.
Porque
soy mujer, igual que tú.
Adriana M. Ruiz de Molina Patricia Vargas, Raquel Vargas, Pilar
García Rincón, Jaco Liuva, Luna Salazar, Diego Almodóvar, Juan Carbonell, María
de Gonzalo, Marta Sancho, Siria Feo Rodríguez e Irene García Horcajada.
QUIZÁ…
Quizá fue una pesadilla
de asustados llantos huérfanos,
de gemidos bajo escombros
y constantes bombardeos.
No eran fuegos de artificio
celebrando algún evento,
sino rayos asesinos
acompañados de truenos
que devastaban impíos
refugios, casas y sueños,
abriendo grandes heridas
en almas y pavimentos.
Al fin pude despertarme
con un sudor frío y viejo…
La calidez de mi cama
venció al llanto y desconsuelo.
Pero no puedo olvidarme
de aquellos niños de Alepo
que no pueden despertarse
para escapar del infierno.
Juegan en las calles rotas
sin protegerse de un cielo
que en lugar de un azul prístino
refleja terror y duelo.
Fantasean con la varita
de un poderoso hechicero
que reconstruya sus barrios,
sus familias y sus juegos.
Ni de aquéllos que marcharon
sobrepasados de miedo
seguidos por el fantasma
de todo lo que perdieron.
Sueñan que un hada madrina
con los brazos muy abiertos,
por compensar la miseria,
la destrucción y el destierro,
convertirá sus harapos
en un vestido de ensueño
y los llevará a una fiesta
en un castillo europeo.
Quizá fue una pesadilla…
¡No quiero pensar en ello!
Pilar Elvira Vallejo
Por
ellos nos iremos de la isla.
Lo
estoy diciendo a gritos: ¡Faltan puentes!
Así
quedó trazada la frontera.
De
sangre y sangre, de hombre y hombre.
No
supongáis que vamos tras nuestra libertad o nuestros sueños.
Al
borde mismo de la herida,
al filo de ansia y de cuchillo,
hombres
con botas despiadadas,
del
valle hicieron apartijos.
¿Desde
cuándo te escondes aquí? –No sé.
Hay
que hacer puentes (dale que le dale)
Si
no tenemos hierro,
con
palos o con cañas. O suspiros.
Cruzando
los abismos y los mares,
las
estrechas aduanas,
para
volver al mundo de los vivos.
Tras
el arado codicioso,
al
borde mismo de la herida,
los
ríos vieron las orillas,
y
se pusieron a esperar.
La sed muere de agua,
como
peces enormes,
a
la mano entre olas.
El
hombre capaz de lo peor,
que
alguien sirve a la mesa,
veinte
ahogados,
hinchados
de la muerte.
Con
la respiración cortada y el cuchillo,
que
se clava en las entrañas
del
silencio más cómplice.
Sobreviviré
no cabe duda
cruzando
los abismos y los mares
para
volver al mundo de los vivos.
Poema basado en los textos de Susana Diez de la Cortina Montemayor, Ángela Figuera Aymerich, Wislawa Szymborska, Ángel Guinda, María José Pastor, Fernando Beltrán, Bernardo Santos, Daniel Bellón, José María Gómez Valero y José María García Linares.
Autores: Marta
Sancho, Siria Feo Rodríguez, Pilar García Rincón, Jaco Liuva, Luna Salazar, Irene García Horcajada, Adriana M. Ruiz de
Molina, María de Gonzalo, Juan Carbonell, Patricia Vargas y Raquel Vargas.
Por los senderos de barro y miseria,
miles de pisadas dejan su huella,
en caminos prohibidos.
Avanzan los hombres sin presente,
empujados por el viento,
deambulando por cruentas calzadas
Un hombre contaba un cuento
a los niños que huían de la muerte.
Aquel día escuché a los pájaros
y envidié su osado y libre vuelo.
Ave que nunca toca la tierra
como el sueño de un niño
que juega entre sus pensamientos.
Autores: Belén del Molino Dueñas, Marta Sancho Fernanz, Irene García Horcajada, Helena Martínez Luengo, Raquel Vargas, Patricia Vargas, Pilar García Rincón, Luna Salazar Díaz, Adriana M. Ruiz de Molina, Juan Carbonell Sánchez, Diego Almovóvar González, Jaime Sánchez y Jaco Liuva.
sacaron partido los despiadados
hasta que el miedo nos expulsó.
Del demente caos
surgió el odio
y el odio provocó la muerte,
la dura muerte lenta, pegada a los
caminos.
Con el demente caos
cabalgaban cuatro jinetes
con látigos apocalípticos
que anunciaban el dolor y el vacío.
Del demente caos
llegó
la voz de las tormentas que te arrastran
al vértigo final de la mortaja.
AUTORES: Alejandro Puga Gómez, Adela Imaz Aragonés, Ana Chuan López de Gonzalo, Ana Belén López Martínez, José Luis Pérez Fuente, Javier Martín Alonso, José Guerrero Villoria y María de Gonzalo Arenillas.
Que el mayor recuerdo que puedo lograr
llevarme sea un pequeño suspiro de aire, que despedir mis venas ennegrece mi
sangre, y aunque me marche a unas tierras nuevas, jamás serán comparables. Que necesito
cuidar el bolsillo en el que llevo guardada la esperanza, para poder lograr
aunque sea el intento de entrar en la bandera que tanto cargas de adoración y
alabanza.
Y que tenga que huir de mi vida para no
perdería, aunque yo ya sepa que así también la estoy perdiendo. Eso es lo que
ellos no saben, que no vine porque quisiera arrebatarte ni la mínima gota de
polvo que se acumula en tu aire. Que crucé kilómetros en un hilo sin tensar,
viendo cómo caía el de al lado y el de enfrente, y te puedo asegurar que no,
que no lo hice por conocerte.
Siria Feo Rodríguez
Sí
¿Cuándo naciste,
de dónde vienes? –No sé.
Primero nos
hicieron picadillo
hombres con
botas despiadadas.
Una mujer
corría.
Buscaba un lugar
sin espantos,
sentarse en un
ribazo y amamantar en paz,
porque ya no son
nuestras las mieses amarillas.
Buscaba un
rincón sin espantos.
No quiero más
mierda en mi llanto
espeso como la
sangre de los muertos,
que ya está bien
de tanto llanto
clavado en las
entrañas
del silencio más
cómplice.
¿Desde cuando te
escondes aquí? –No sé.
El viento nos
arrastra y nos cubre de arena.
¿Esto queda del
hombre tras la furia del hombre?
¿Estos son tus
hijos?
–Sí.
Poema basado en los textos de Susana
Diez de la Cortina Montemayor, Ángela Figuera Aymerich, Wislawa Szymborska, Ángel
Guinda, María José Pastor, Fernando Beltrán, Bernardo Santos, Daniel Bellón, José
María Gómez Valero y José María García Linares.
AUTORES: Alejandro Puga
Gómez, Adela Imaz Aragonés, Ana Chuan López de Gonzalo, Ana Belén López
Martínez, Jaco Liuva, Javier Martín Alonso, José Guerrero Villoria
y María de Gonzalo Arenillas.
A empujones nos suben a los trenes
que enarbolan la bandera no elegida
también nosotros vamos en triste caravana
hacia el Poniente
el viento nos arrastra y nos cubre de arena.
Mujer, ¿cómo te llamas? – No sé.
¿Sabes que no te haremos daño? – No sé.
¿De qué lado estás? –No sé.
En la guerra has de elegir. –No sé.
¿Existe todavía tu aldea? No sé.
¿Estos son tus hijos? –Sí.
Los jóvenes esconden una piedra en el pecho,
huyendo de la sed, muriendo de agua.
Como sombras caminan, ¿son alguien?
¿Son los mismos?
He mirado a mi lado,
una mujer corría.
Adherido a sus piernas, pesa un lodo de
siglos.
Tropezaba y corría,
Poema basado en los textos de Susana Diez de la Cortina Montemayor, Ángela Figuera Aymerich, Wislawa Szymborska, Ángel Guinda, María José Pastor, Fernando Beltrán, Bernardo Santos, Daniel Bellón, José María Gómez Valero y José María García Linares.
AUTORES: Sara Álvarez
Herranz, Victoria Guriachykh, Luna Henseler Gallego, Alejandro Puga, Helena
Martínez Luengo, Javier Martín Alonso y Jaco Liuva.
Sin
camino que andar
Añoraba
el camino
con
un pasillo sin puerta
pero
entonces, alguien ajeno
sitúa
una puerta en el pasaje
y
al hacerlo dice:
“para
caminar, requieres una llave
pero
no temas, caminante,
todos
tienen esa clave”.
Y,
aunque el vigilante era simpático,
cuán
equivocado estaba.
Nadie
esa
llave.
Alejandro Puga Gómez
Las actividades del Taller se han ampliado y han llegado, como en otras ocasiones, a las aulas del centro. Los alumnos de 1º de ESO han participado en la creación de textos poéticos que trabajan los Derechos Humanos, dentro del programa que promueve el Cube Project, en el que participamos. En nuestro centro, como ya se ha explicado en la anterior entrada del blog, la propuesta es desarrollar acciones creativas y participativas alrededor del Artículo 13:
Artículo 13
1. Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado.
2. Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso el propio, y a regresar a su país.
Estos son los resultados de la actividad grupal en el aula:
El tablero
equivocado
La complicada guerra
acaba con la humanidad.
Mi tristeza es su miedo:
la ruina destruye los edificios
y desintegra las familias.
Los niños huyen
de sus propios juegos
y el hambre es
su dolor de cada día.
El hambre de justicia
se cambia por dinero.
El hombre es culpable
del paso del tiempo.
El hombre arenga
sin mirar al pueblo.
El hombre soldado
asesina la piedad.
Hambre y hombre
son insomnio.
Cada vez más soldados,
cada vez menos población.
La huida está en sus sueños,
pero nadie les abre las puertas.
El caos los atrapa
en redes de impotencia.
Nosotros seremos el camino,
os tenderemos nuestras manos
para alcanzar vuestra libertad.
1ºC
Entre
dos mundos
Campos de refugiados
al margen de la libertad.
Campos de multitudes
solitarias, sin esperanza.
Personas extrañas,
sentimientos de añoranza,
deseos que cada día
se alejan más del alma.
Has huido
de fronteras ideológicas
cruzando mares desesperados.
Te persiguen
al borde de la muerte
y a kilómetros de la paz.
Las bombas
tratan de estallar
tus creencias religiosas.
Tus hijos hambrientos
lloran el hambre
y sus risas no se oyen.
Corren detrás de ti
los ángeles de la oscuridad
devorando tu anhelo.
Cuando saltas la valla
que te separa de un mundo feliz,
se clavan en tus pies
el racismo
y la desigualdad.
Tus manos lloran sangre
gritando:
¡salvadnos
de esta miseria!
1ºD
El
muro
Quieren construir un muro
que separe en dos mitades el mundo.
El dinero tiene billete de ida
y vuelve cuando quiere.
El dinero compra la felicidad
y deja vacíos de pobreza.
El dinero sirve
para edificar barreras
de injusticia.
La miseria no viaja
y choca contra las sombras
de la muralla.
La desgracia tropieza
con los escalones
de la penuria.
El infortunio te paraliza
y quema tu esperanza.
Vamos a dinamitar los cimientos
que separan los territorios
del egoísmo.
1º F
Utopía
Abro las alas
de mi libertad
y me llevan a un mundo
donde el alma pesa
y no el color.
Camino
por un sendero libre
donde nadie me reprocha
quién va de mi mano.
Viajo al tiempo
donde nadie
me impone
lo que tengo que pensar.
Vuelvo para ser
las manos que salven
a Aylan Kurdi.
Consigo que las sirenas
callen sus voces asesinas
y detengo el botón de la guerra.
Quito las cerraduras
que ponen límites
a un trabajo digno.
Reparto palabras
sin dictados, sin dictaduras,
con democracia.
Miro a tus ojos
y pierdo el miedo.
Si me ayudas,
lo conseguiremos.
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