domingo, 15 de abril de 2018

11ª Sesión del III Taller con Javier Martín Alonso

El miércoles 11 de abril, Javier Martín Alonso ha acudido a la cita que tenía con el IES Príncipe Felipe de Madrid.




Miembro del Taller de creación literaria del instituto, ha sido invitado a leer y comentar su reciente publicación:







Javier Martín nos ha presentado su primer poemario, marcado por la sencillez de los temas abordados y la pureza de un estilo directo y nada rebuscado. Sus versos están llenos de sentimientos y emociones que lo convierten en un poeta intimista y familiar. Llama la atención la sonoridad de sus versos y el aparente influjo de la poesía contemplativa y espiritual. 



Como lluvia serena

COMO LLUVIA serena
que cala poco a poco,
que no deja torrentes
pero que empapa todo
y humedece la tierra,
y no se seca,

y nutre mis raíces
de savia fresca. 

Dulce niña de lumbre...

I

DULCE NIÑA de lumbre,
               flor de la jara,
               te acompaño en la sierra
               con mi cayada.

Vamos juntos, mi niña,
               por la mañana
               y nos tumbamos juntos
               de madrugada.

De madrugada, niña,
               en nuestra cama
               florida de amapolas,
               olor de cañas.

Campo de primavera,
               río de plata
               que desemboque suave
               en nuestra casa.

Dulce niña de lumbre,
               flor de la jara,
               caminando conmigo
               por la montaña.


II

EN EL LECHO de flores
               hay uvas pasas,

               tú y yo juntos, mi niña,
               vino de Málaga.
 



Qué bonito escribirte...

Ganas de descansar...




Las palabras que dices...

LAS PALABRAS que dices en silencio
a base de miradas y caricias

que me recorren suaves, que me producen versos. 


Si estás en las montañas...





"La segunda, Feliz"

LA SEGUNDA, FELIZ

Porque llega el otoño,
porque he visto las hojas amarillas,
marrones,
porque la luz es gris y tenue y clara,
porque las nubes tiñen todo el cielo
con su color, y anuncian lluvias nuevas.

Porque me busca el viento,
porque vuelvo a sentir el frío entre mi pelo
alborotado,
crespo,
porque vuelvo a pasear entre los árboles
cargados de recuerdos
de un año que pasó, de un año bueno,

y me recuerdan, y me enseñan, callando,
que vuelvo a entrar contigo en el invierno. 


"10 de marzo de 2005"




La sencilla armonía...

LA SENCILLA ARMONÍA de dos niñas que juegan
al amor de la lumbre que suponen sus padres,
dos hermanas que crecen, que comparten su vida
sobre un árbol caído
tan sencillo,
tan pobre.

Una copa que apuran dos personas que miran la vida que les queda.

Esa copa de vida
dos personas la beben
al amor de dos niñas que juegan tan tranquilas.

Qué alegría sencilla.


Qué discreta armonía.


Mujer y poesía


A sus hijas




Algunas reflexiones poéticas.

Más reflexiones poéticas.

Es la suave delicia...

ES la suave delicia de saber que te quiero
y sentir a tu lado la paz entre mis venas,
la alegría que fluye y que nutre mis fibras,
es la lluvia serena.

Es la calmada gota que acaricia la piedra,
de la ola que besa la roca mansamente,
es el crujir discreto de una rama que nace,
es mi alegría plena.

Es el sonido sordo de la vida que encierra
una mañana fría, es la música toda,

es el ritmo obsesivo de la paz, de la tierra,
es el amor. Es ella. 


El acto terminó con la firma de ejemplares:









sábado, 14 de abril de 2018

11ª Sesión del III Taller con Raúl González García

En la penúltima sesión del Taller, recibimos la visita del poeta Raúl González García


profesor de nuestro instituto que ha decidido publicar dos de sus obras en el volumen titulado Los fuegos del agua:







Nos ha presentado su libro, con una poesía reflexiva, fruto del pensamiento y de la soledad del poeta y, por otra parte, de la expresión de unos sentimientos que son el resultado de la observación contemplativa y de la comunión con los elementos de la naturaleza. Su poemario es un recorrido vital donde el tiempo, los ríos y los espacios habitados se convierten en protagonistas y cómplices del yo poético. 



Alumnas del Taller preparando la lectura de los poemas.


Alumnas del Taller preparando la lectura de los poemas.

Presentación de José Guerrero, director del centro.

Presentación de José Guerrero, director del centro.

A continuación mostramos algunos momentos del acto:


Sobre el poeta y la poesía.

I. En los charcos de Navalguijo...

I

En los charcos de Navalguijo, en las pozas de Bohoyo,
en sus ciénagas verdes, donde las púas del dolor aún tañen
una canción sin nombre entre ruinas,
donde el Tormes aúlla a las estrellas
como un viento sombrío cargado de presagios.

Allí, en el territorio de todo desencuentro,
el exilio y su ley cegaron nuestros ojos
al fulgor de la espuma, y fuimos recortados en el aire,
proscritos en la bruma, errantes, harapientos, sin doctrina,
imágenes de barro.
Oh, cuánto hemos viajado en la voz de la luna,
qué espectrales se hicieron nuestras manos
tanteando las sombras, muy lejos de la verdadera luz,
por los interminables precipicios del tiempo.

Desde entonces, el río galopa en la conciencia
con fugitivo estruendo, adorna con sus ídolos la noche,
celebra ritos crueles amparado
en la penumbra ardiente del deseo.
¿Qué amar más, oh extraviado corazón,
el viento que fustiga con paciencia el costado de los días
o la cólera adusta de este río de muerte sin principios
que canta sin descanso la pasión de una vida
sellada en el abismo?
Sin duda, un dios mendigo entona esta plegaria
desolada y atroz, como un ciego despierta
temblando a medianoche entre las aguas,
náufrago en un mar extranjero, coronado por algas
y por olas sin fin.
¿Y dónde hallar sentido, qué verdad,
si el río desemboca en nuestros labios?


VI. Cuando muera...

VI

Cuando muera, que arrojen mis restos a tus aguas,
oh, Tormes, bendecido por el sol,
donde encuentre de nuevo las imágenes
que hicieron de mi vida tu reflejo
en la dura carrera de los días.

En ellas volveré a lo que perdí:
un monte de inocencia entre la nieve,
el cielo azul arriba con su luz
y el canto de algún pájaro en el centro
de un puro transcurrir sobre los valles.

Nadie sabrá de mí, sino estos versos
que fluyen hacia el pozo más profundo
donde se oye la voz de las estrellas
hundida en la corriente que no cesa.

Y sabré que mi destino era ése:
un instante de amor sobre la tierra
traspasado de efímera luz blanca
y una sombra que cruza sobre el tiempo
a la caza del alba por tu piel.



C. Ojo perfecto...

III. Nieve muy blanca...

V. Tú que persigues....


XXI. Grita la tierra desnuda..
.

LXXX. Quien ama ríe....

II. Y el río...


XVII. Allí pasó mi amor...

XVII

Allí pasó mi amor,
sin que nadie lo viese.
De pronto, con su luz
y su aire indiferente.

Sobre ríos y árboles
de una tierra escondida,
creció hasta hacerse voz
y yo la perseguía.

Me llamaba en el agua,
me llamaba en la brisa,
sólo a mí y no sabía
la ciencia de su huida.

Su voz me dijo: ven,
desde una nube blanca,
transparencia del sol
al abrir la mañana.

Estuve así un instante,
contemplando el reflejo
en el agua de árboles
que danzaban sin tiempo.

Pasó al fin mi amor,
tan raudo como un ave
sin que nunca alcanzara
sus cabellos de aire.

Guardo en mi corazón
la luz del sol, el cielo,
espejo de los días,
como un ojo de fuego.

Sobre Claudio Rodríguez y el Arte..


Vida y Literatura.

"La caída más alta".



Finalmente, Raúl González pasó a firmar los ejemplares de su obra: