En estas primeras sesiones se trata de
revelar la belleza escondida de las pequeñas cosas, de lo aparentemente feo, de
lo vulgar, de lo viejo o de lo que creemos muerto, etc.
Tratamos de imaginar cosas pequeñas o humildes,
hacemos un boceto, un esbozo de cosas mínimas: una piedra, un trozo de papel,
un mendigo, un hombre o una mujer solitarios o enfermos, un animal abandonado,
una flor, etc.
Escribimos un relato breve contando
nuestra experiencia desde el punto de vista de ese ser.
Leemos los relatos, esbozos, poemas,
etc.
LA GUILLOTINA
Ay, que lo
llevan a la guillotina,
que ya se
escucha el crujir de los huesos...
Caen llorando
a gritos por las esquinas
los lóbulos
del genio, entre mis dedos.
¡Socorredlo!
Sus crestas de gallina
corren ya
entre mis blancos contrapesos.
Adiós,
siempre se quedará a mi vera
tu pequeño
cráneo de madera.
Alejandro Sánchez
EL BAILE
Baila sobre la nieve.
Movimientos
precisos y elegantes.
Bañada de
noche
Arrastra su
vestido,
Y, traza, una
vez más
Su rastro, de
finos hilos.
Ana Chuan López de Gonzalo
LA BELLEZA DE LA MARIQUITA
La
mariquita va volando,
a
veces va por el aire,
a
veces va caminando.
En
una planta se posa
para
comer y descansar,
entre
las hermosas rosas
su
color brilla sin cesar.
Se
dice que suerte da,
si
se acerca a ti,
pues
rara casualidad
que
se ponga a dormir
si
tu estas ahí.
Así
es la mariquita,
serena
y divertida,
si
sabes cómo es en realidad,
su
belleza podrás admirar.
Carla Tirapu
MARGARITA
Pequeña
flor campera,
tan
alegre y poco amarga,
tan
pura y tranquila, tan callada…
En
primavera plaga las afueras,
te
habla de amor y juega,
pétalos
pierde con huella ajena.
Dulce
y áspera esfera tierna
que
pinta de luz y sosiega
los
mares verdes, las miradas quietas,
las
ondas rubias tras de una trenza.
OTRA MIRADA
.
Brillante,
sedosa y pulida,
oval
de almendra tostada,
quisiera
cantar como el grillo
y la
laboriosa cigarra.
El
niño, sentado en el suelo,
sin escalofrío
en la espalda
la
observa sonriente y curioso:
¡parece
un bombón con patas!
Extiende
sus brazos pequeños
quisiera
poder probarla…
¡Qué
susto! ¡Irrumpen los gritos
en
las adultas gargantas!
¡Si
es tímida, frágil, pequeña…!
¿Por
qué todos quieren pisarla?
¡Es
tan deliciosa y bonita
la
inocente cucaracha!
Pilar Elvira
ODA A LA GOMA DE BORRAR Y AL BOLI
Borró mi
dibujo
Borró mi
canción
Borró mis
palabras
Eso es lo que
hacen
Borra lo que
quieras
Cuando eres
pequeño, eso no lo sabes
Puedes tener
miedo de no saber qué va a borrar
Pero un día
creces y ya nada se borra
Los dibujos,
las palabras son para siempre
En ese
momento lo ves todo perfecto
Pero luego
todo cambia
Y nunca
olvidarás los momentos en los que todo se borraba
Patricia Elices
CÍRCULO DE AGUA
Agua
limpia y pura tras abrir el grifo.
Quedó
atrapada en la oscuridad
y
ahora sale de su escondite,
las
tuberías,
a
ver la luz frente al espejo.
Sonido
sereno, constante,
que
se recoge en la bañera,
como
si de un guante de plata se tratara
acogiendo
en su palma a la delicada
flor
de la vida.
Ya
rebosante en sus extremos,
el
agua
es
frenada.
La
fuente que escapaba,
impetuosa,
de
la oscuridad de antaño,
cambia
y se convierte
en
simples gotitas de libertad.
Se
respira armonía
cada
vez que una cae,
se
une a sus hermanas
y
juegan alegres con las ondas.
Van.
Vuelven.
Se hunden.
Y
al igual que estas,
la
magia del agua
desaparece.
Un
temblor
seguido
de un orificio
abren
la salida de la calma.
Con
pausa,
majestuosamente,
un
adiós a las luces,
una
lagrimilla del grifo.
Comienza
un torbellino
uniendo
superficie con fondo,
inicio
con final.
Avanza
el agua,
sin
miedo a perderse.
Y
en círculo hacia el agujero negro
sigue
el camino de no retorno
hacia la oscuridad del
inicio.
Andrea Moreno Anaut
EXPECTANTE
ARMONÍA
Uno, dos, tres, cuatro.
Soldados en formación.
Atentos a la llamada,
la boca abierta,
expectantes los ojos,
agujeros en la redonda cara.
Uno, dos, tres, cuatro.
Tal vez música
o movimiento,
tal vez nada.
Un susurro, ¿los oyes?
Siempre quietos,
siempre blancos,
siempre ahí, esperándote.
No lo sabes y los usas,
necesarios, vigilantes.
Uno, dos, tres, cuatro.
Cuatro enchufes alineados
tras la espalda de Raúl.
Cuatro marcos
de cuatro cuadros
con esperanza de luz.
Marian
Castillo
El gíglico y la greguería nos llevan hacia el humor. El absurdo surge de violentar las normas de nuestra lengua para crear otra que nos libera,
HIDROFULABA
EL ARGONIOSO
El carbón comenzaba a hidrofular el
infraverde y el pentabilito argonioso rusheaba su desintegración. Cada vez que
esto longanizaba, una ondiosa terremotaba nuestro cubítere. Comenzaba entonces
un avalanchamiento de desencuadenantes membrásticas; y, finalmente,
la supracuadrada quedaba terrafulada por un carbón longanizado.
Alejandro Puga
HISTORIAS DE
OMBLIGOS
Estaba Ombligote tranquilamente tomando el sol en la
panza de Felipe cuando vio pasar a Ombliguina. Segundos después, Ombligote se había enamorado
y se decidió a hablar con Ombliguina. Estuvieron media tarde hablando bajo el
sol, con la brisa salada y el rumor del mar de fondo, y Ombliguina también se
enamoró. Fue entonces cuando decidieron pasar a la acción.
La oportunidad perfecta se les presentó cuando Felipe
sacó de una pequeña neverita azul unos bocadillos con una pinta deliciosa y dos
cervezas bien fresquitas. En ese instante, Ombliguina comenzó a saltar de un
lado a otro, haciendo que la tripa donde se encontraba, la tripa de Sofía, se
removiese. Sofía interpretó estos movimientos como un signo de hambre que cada
vez se hacía más fuerte, hasta volverse insoportable. Sofía no podía aguantar
más el hambre y repentinamente percibió el olor a jamón serrano del bocadillo
que Felipe acababa de desenvolver. Felipe no tuvo reparos en compartir su
comida con una chica tan guapa como Sofía cuando esta le pidió un poquito.
Tras un par de bocatas y unas cervecitas que les sentaron
de maravilla, Sofía le dio un fuerte abrazo a Felipe muy agradecida, y
Ombligote y Ombliguina por fin se encontraron. De la emoción que sentían,
empezaron a temblar. Fue en ese momento, cuando Felipe y Sofía sintieron las
mariposas en sus estómagos y también se enamoraron.
Desde ese día, Felipe y Sofía pasan mucho tiempo juntos,
y Ombligote y Ombliguina son muy felices.
El cuerpo es un gran globo que se infla por el ombligo
Ana Miriam Herrero