En la sesión de hoy, martes 23 de enero, hemos recibido la visita de Ada Salas...
...compartiendo un tiempo de poesía y de algunas revelaciones que pocos poetas hacen.
Ada Salas nos ha develado las circunstancias creativas de alguno de sus poemas y los ha recitado...
El primer texto lo ha seleccionado de su obra Diez mandamientos, con ilustraciones de Jesús Plencia:
Respirar
I
De pequeña aprendí
coger aire
puede ser doloroso ̶ una intensa
punzada
puede ser doloroso ̶ una intensa
punzada
en donde
yo creía
estaba el corazón ̶ . Respirar
puede ser doloroso. Y entonces
una trampa y entonces
puede ser doloroso. Y entonces
una trampa y entonces
el terror: no poder
respirar. Boqueaba
y entonces
la monja me decía "Es la pleura" ̶ y todo sucedía
limpiamente
limpiamente
la luz
continuaba sus trabajos empujaba
sutil
sutil
la primavera
y el resto de las cosas
se entregaba a su tiempo ̶ . Es la pleura y entonces
yo entendía "No te vas
yo entendía "No te vas
a morir".
También
porque la pleura
porque la pleura
parece una oración.
"Respirar"
El segundo poema pertenece a su última publicación, Limbo y otros poemas:
«...que aún tienen sal las manos de su dueño.»
Lope de Vega
Lope de Vega
UN hombre corre
tras su perro. Corre
pero no lo persigue
corre
tras su perro. Corre
pero no lo persigue
corre
como a cámara
lenta
−algo así como si
corriera marcha atrás−
y llama
−algo así como si
corriera marcha atrás−
y llama
insistente a su perro
llama
llama
como si el
nombre de su perro
fuera
fuera
querido perro para compasión.
Quien ve la escena mira
Quien ve la escena mira
y se pregunta
de qué huye
ese perro
−o era
−o era
la pregunta
de qué huye
ese hombre−
por qué
por qué
el paso
de ese hombre no deja de frenarse
por qué su amor no aumenta su zancada
por qué
por qué su amor no aumenta su zancada
por qué
se detiene por fin sobre la
acera
por qué
por qué
no agarra ya a ese perro
que gira entre la muerte.
Un hombre corre (1/2)
Un hombre corre (2/2)
Sobre la poesía
Y, finalmente, ha recitado, de su libro No duerme el animal, el siguiente poema:
Porque los ojos los ensucia el tiempo
apenas reconoces la luz
apenas reconoces la luz
de la mañana. Pero a tu puerta
insiste
insiste
la terca claridad.
Como perro
que sabe
que sabe
que lo que fuera amor
no entiende olvido.
no entiende olvido.
Porque los ojos... (1/2)
Porque los ojos... (2/2)
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