martes, 8 de enero de 2019

1ª y 2ª sesiones de la IV Edición de CARPE LITTERAM




1ª y 2ª SESIONES



En estas primeras sesiones se trata de revelar la belleza escondida de las pequeñas cosas, de lo aparentemente feo, de lo vulgar, de lo viejo o de lo que creemos muerto, etc.
Tratamos de imaginar cosas pequeñas o humildes, hacemos un boceto, un esbozo de cosas mínimas: una piedra, un trozo de papel, un mendigo, un hombre o una mujer solitarios o enfermos, un animal abandonado, una flor, etc.
Escribimos un relato breve contando nuestra experiencia desde el punto de vista de ese ser.

Leemos los relatos, esbozos, poemas, etc.

LA GUILLOTINA

Ay, que lo llevan a la guillotina,
que ya se escucha el crujir de los huesos...
Caen llorando a gritos por las esquinas 
los lóbulos del genio, entre mis dedos.
¡Socorredlo! Sus crestas de gallina
corren ya entre mis blancos contrapesos.
Adiós, siempre se quedará a mi vera
tu pequeño cráneo de madera.

Alejandro Sánchez








EL BAILE

Baila sobre la nieve.

Movimientos precisos y elegantes.

Bañada de noche
Arrastra su vestido,

Y, traza, una vez más
Su rastro, de finos hilos.


Ana Chuan López de Gonzalo




LA BELLEZA DE LA MARIQUITA

La mariquita va volando,
a veces va por el aire,
a veces va caminando.
En una planta se posa
para comer y descansar,
entre las hermosas rosas
su color brilla sin cesar.
Se dice que suerte da,
si se acerca a ti,
pues rara casualidad
que se ponga a dormir
si tu estas ahí.
Así es la mariquita,
serena y divertida,
si sabes cómo es en realidad,
su belleza podrás admirar.

Carla Tirapu



MARGARITA

Pequeña flor campera,
tan alegre y poco amarga,
tan pura y tranquila, tan callada…
En primavera plaga las afueras,
te habla de amor y juega,
pétalos pierde con huella ajena.
Dulce y áspera esfera tierna
que pinta de luz y sosiega
los mares verdes, las miradas quietas,
las ondas rubias tras de una trenza.


Adriana Agramunt Lavin





                                
                                   OTRA MIRADA

.

Brillante, sedosa y pulida,
oval de almendra tostada,
quisiera cantar como el grillo
y la laboriosa cigarra.

El niño, sentado en el suelo,
sin escalofrío en la espalda
la observa sonriente y curioso:
¡parece un bombón con patas!

Extiende sus brazos pequeños
quisiera poder probarla…
¡Qué susto! ¡Irrumpen los gritos
en las adultas gargantas!

¡Si es tímida, frágil, pequeña…!
¿Por qué todos quieren pisarla?
¡Es tan deliciosa y bonita
la inocente cucaracha!

Pilar Elvira







ODA A LA GOMA DE BORRAR Y AL BOLI


                          
Borró mi dibujo
Borró mi canción
Borró mis palabras
Eso es lo que hacen
Borra lo que quieras
Cuando eres pequeño, eso no lo sabes
Puedes tener miedo de no saber qué va a borrar
Pero un día creces y ya nada se borra  
Los dibujos, las palabras son para siempre
En ese momento lo ves todo perfecto
Pero luego todo cambia 
Y nunca olvidarás los momentos en los que todo se borraba

Patricia Elices


CÍRCULO DE AGUA

Agua limpia y pura tras abrir el grifo.
Quedó atrapada en la oscuridad
y ahora sale de su escondite,
las tuberías,
a ver la luz frente al espejo.
Sonido sereno, constante,
que se recoge en la bañera,
como si de un guante de plata se tratara
acogiendo en su palma a la delicada
flor de la vida.
Ya rebosante en sus extremos,
el agua
es frenada.
La fuente que escapaba,
impetuosa,
de la oscuridad de antaño,
cambia y se convierte
en simples gotitas de libertad.
Se respira armonía
cada vez que una cae,
se une a sus hermanas
y juegan alegres con las ondas.
Van.
Vuelven.
Se hunden.
Y al igual que estas,
la magia del agua
desaparece.
Un temblor
seguido de un orificio
abren la salida de la calma.
Con pausa,
majestuosamente,
un adiós a las luces,
una lagrimilla del grifo.
Comienza un torbellino
uniendo superficie con fondo,
inicio con final.
Avanza el agua,
sin miedo a perderse.
Y en círculo hacia el agujero negro
sigue el camino de no retorno
hacia la oscuridad del inicio.

Andrea Moreno Anaut







EXPECTANTE ARMONÍA

Uno, dos, tres, cuatro.
Soldados en formación.
Atentos a la llamada,
la boca abierta,
expectantes los ojos,
agujeros en la redonda cara.
Uno, dos, tres, cuatro.
Tal vez música
o movimiento,
tal vez nada.
Un susurro, ¿los oyes?
Siempre quietos,
siempre blancos,
siempre ahí, esperándote.
No lo sabes y los usas,
necesarios, vigilantes.
Uno, dos, tres, cuatro.
Cuatro enchufes alineados
tras la espalda de Raúl.
Cuatro  marcos
de cuatro cuadros
con esperanza de luz.

Marian Castillo







El gíglico y la greguería nos llevan hacia el humor. El absurdo surge de violentar las normas de nuestra lengua para crear otra que nos libera,


HIDROFULABA EL ARGONIOSO

El carbón comenzaba a hidrofular el infraverde y el pentabilito argonioso rusheaba su desintegración. Cada vez que esto longanizaba, una ondiosa terremotaba nuestro cubítere. Comenzaba entonces un avalanchamiento de desencuadenantes membrásticas; y, finalmente, la supracuadrada quedaba terrafulada por un carbón longanizado.


Alejandro Puga


HISTORIAS DE OMBLIGOS

Estaba Ombligote tranquilamente tomando el sol en la panza de Felipe cuando vio pasar a Ombliguina.  Segundos después, Ombligote se había enamorado y se decidió a hablar con Ombliguina. Estuvieron media tarde hablando bajo el sol, con la brisa salada y el rumor del mar de fondo, y Ombliguina también se enamoró. Fue entonces cuando decidieron pasar a la acción.
La oportunidad perfecta se les presentó cuando Felipe sacó de una pequeña neverita azul unos bocadillos con una pinta deliciosa y dos cervezas bien fresquitas. En ese instante, Ombliguina comenzó a saltar de un lado a otro, haciendo que la tripa donde se encontraba, la tripa de Sofía, se removiese. Sofía interpretó estos movimientos como un signo de hambre que cada vez se hacía más fuerte, hasta volverse insoportable. Sofía no podía aguantar más el hambre y repentinamente percibió el olor a jamón serrano del bocadillo que Felipe acababa de desenvolver. Felipe no tuvo reparos en compartir su comida con una chica tan guapa como Sofía cuando esta le pidió un poquito.
Tras un par de bocatas y unas cervecitas que les sentaron de maravilla, Sofía le dio un fuerte abrazo a Felipe muy agradecida, y Ombligote y Ombliguina por fin se encontraron. De la emoción que sentían, empezaron a temblar. Fue en ese momento, cuando Felipe y Sofía sintieron las mariposas en sus estómagos y también se enamoraron.
Desde ese día, Felipe y Sofía pasan mucho tiempo juntos, y Ombligote y Ombliguina son muy felices.



Greguería
El cuerpo es un gran globo que se infla por el ombligo



Ana Miriam Herrero






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