Comenzamos la andadura de este nuevo Taller
–el tercero– ilusionados porque la creación literaria vuelve a convocarnos para
sacar lo mejor de nosotros mismos y a retarnos para expresarlo de una manera
original, distinta y, si puede ser, también bella.
En esta nueva etapa trabajaremos distintas tipologías textuales, sobre todo poesía y narrativa, partiendo de la
inspiración que nos ofrezcan las propuestas de algunos autores. Procuraremos
hacer textos con mensajes cifrados, poesía viajera, creaciones a partir de
imágenes o sensaciones y los tradicionales cadáveres exquisitos que tantas
satisfacciones nos han dado hasta ahora. Y esperamos que este curso nos visiten
de nuevo escritores para comentarnos sus obras y motivarnos en la tarea
creativa.
Vamos a recordar las dos primeras ideas que
planteamos en la primera sesión del I Taller, hace dos años:
-
El
empleo de la imaginación para mirar todo lo que nos rodea con los ojos de la
fantasía y ver más allá de lo que contemplamos.
-
Ser
capaces de utilizar un pensamiento múltiple, diversificando las posibilidades
creativas.
Al
hilo de este tema tan recurrente, propongo la lectura de un artículo de la
revista O-KRE de 1 de julio de 2017 sobre la creación poética actual: «Poesía
(fácil) en fascículos». (Enlace)
Textos
relacionados con el tema tratado:
Apañarripios, tuerceversos, escrivividores,
telaraños, endecasibilinos, metronomistas
pejilgueros, apalabradores, alejandriños,
marwanes, silencieros, experiencistas,
soneteros, sonajistas, soniderramadores,
palabroteros, adjetivistas, verseadores,
calamburistas, metaforradores, jitanjaforistas,
simbolistas, escupecoplas, poetas-sin-ethos,
destrozaestrofas, sinecdoquistas, palabreros,
lanzapoemas, zurrabaladas, versicojos,
limpiaodas, fragmenteros, soplagárgolas,
tonadilleros, cantautores, acribillaestribillos,
¡ya está bien!, niños, ¡ya está bien!
telaraños, endecasibilinos, metronomistas
pejilgueros, apalabradores, alejandriños,
marwanes, silencieros, experiencistas,
soneteros, sonajistas, soniderramadores,
palabroteros, adjetivistas, verseadores,
calamburistas, metaforradores, jitanjaforistas,
simbolistas, escupecoplas, poetas-sin-ethos,
destrozaestrofas, sinecdoquistas, palabreros,
lanzapoemas, zurrabaladas, versicojos,
limpiaodas, fragmenteros, soplagárgolas,
tonadilleros, cantautores, acribillaestribillos,
¡ya está bien!, niños, ¡ya está bien!
Rafael-José Díaz (Blog)
Cuando
decías te amo
Después
de remontar tus pudrideros
ya
me atrevo a enjuiciar tu virtuosismo:
no
conocí antes de ti a nadie
que
tan soberbiamente defecara por la boca.
Con
qué ladina mediocridad arrobaste mis afanes,
cuánta
mierda llevaban, mi amor,
tus
palabras preciosas…
Tina
Suárez Rojas (en “Las cosas no tienen mamá)
HECES
Esta
tarde llueve como nunca; y no
tengo ganas de vivir, corazón.
tengo ganas de vivir, corazón.
Esta tarde es dulce. Por qué no ha de ser?
Viste gracia y pena; viste de mujer.
Esta tarde en Lima llueve. Y yo recuerdo
las cavernas crueles de mi ingratitud;
mi bloque de hielo sobre su amapola,
más fuerte que su "No seas así!"
Mis violentas flores negras; y la bárbara
y enorme pedrada; y el trecho glacial.
Y pondrá el silencio de su dignidad
con. óleos quemantes el punto final.
Por eso esta tarde, como nunca, voy
con este búho, con este corazón.
Y otras pasan; y viéndome tan triste,
toman un poquito de ti
en la abrupta arruga de mi hondo dolor.
Esta tarde llueve, llueve mucho. ¡Y no
tengo ganas de vivir, corazón!
César Vallejo (en “Los Heraldos negros”)
Y, siguiendo con las manzanas, retomamos el
libro Siete maneras de decir manzana
de Benjamín Prado, del que hablamos en alguna sesión del primer Taller. Se
trata de un estudio de la Poética que nos dará pistas para valorar y crear
textos poéticos.
Dice en su introducción: ”en un poema, la inteligencia sin belleza o la dignidad moral sin valor
estético, no sirven para nada”.
Resumo algunas ideas del primer capítulo del
libro, titulado “¿Qué no es poesía?”:
-
¿Existen
cosas sobre las que no se puede escribir un poema? ¿Es la poesía capaz de
amoldarse a cualquier argumento, de tratar cualquier tema?
-
Algunos
malos poemas que existen se han escrito en nombre de la sinceridad, de la
belleza y los buenos sentimientos, tal vez pensando que eso bastaba…
-
Un
gran poema no se limita a describir las cosas, ni tampoco a enumerarlas; más
bien las inventa o las reconstruye, las saca de la oscuridad y las transforma.
-
Un
gran poema no es el inventario de un tesoro, sino una forma de desenterrarlo.
(Ejemplo: Oda a la cebolla, de P.
Neruda).
-
La primera sensación que produce un buen poema es la de estar hecho exactamente con las palabras que
necesitaba para decir lo que dice y de la manera en que lo dice.
-
La
poesía necesita, principalmente, inspiración y trabajo.
-
Al
abrir un libro de poesía nos adentramos en un mundo simbólico, un mundo de
ficción donde no importa tanto lo que se dice como lo que eso significa. La
poesía, igual que el resto de las artes, quiere convencernos de algo, llevarnos
a alguna parte, producirnos una determinada sensación. (PROPUESTA 1)
-
Los
buenos poemas lo son porque nos hacen comprender las cosas en una medida y con
una profundidad que las propias cosas no son capaces de ofrecer por sí mismas.
-
Las
personas que leen no tienen límites; las que no leen son nada más que ellas
mismas.
-
Hacer
un buen poema es revelar un misterio.
-
La
poesía es la máxima destilación del arte y el arte no es un lujo, sino una
necesidad básica. Sin literatura no existirían ni la historia ni el pasado. El
arte crea iglesias y palacios, la historia los destruye, les prende fuego, los
bombardea.
-
La
poesía es también, en muchos sentidos, un método de defensa, una forma de
liberación o fuga. Ignorarla es, por tanto, un modo de estar ciegos. A veces,
escribir mariposa es abrir un
candado.
Algunos consejos extraídos del libro Escribir. Manual de técnicas narrativas
de Enrique Páez:
Dónde escribir:
1.
Busca
un lugar (una habitación, una mesa, un rincón, una biblioteca) donde puedas
escribir sin demasiadas interrupciones.
2.
Planifica
tu tiempo y reserva una hora para la escritura. Tiene que encontrar la que
mejor se adapte a tu ritmo de escritura. Defiéndelo como una conquista
personal.
3.
Entra
en la escritura con el mismo espíritu con el que un niño entre en el juego.
Sumérgete en ella hasta que solo existáis tú y tu cuaderno.
4.
Encuentra
el tiempo y lugar más apropiados para ti. Prueba a escribir en distintos
lugares y a distintas horas.
5.
Prueba
a escribir también con distintos materiales (hojas en blanco, un cuaderno
cuadriculado, un ordenador, con pluma, bolígrafo, lápiz…).
6.
Recuerda
que no hay lugares, tiempos o materiales que sean mejores que otros. Valen los
que a ti te sirvan. Y, a veces, conviene variar.
Inspiración
1.
Los
buenos argumentos están por todas partes, pero hay que desarrollar la facultad
de saber verlos, Para ello hay que ejercitarse mirando la realidad «con ojos de
escritor», tratando de ver lo que hay más allá de todas las cosas.
2.
Las
buenas historias salen a buscarnos y reclaman nuestra atención. Debemos afinar
el oído y aprender a escucharlas. Son las musas, y nuestra relación con ellas
debe ser de buena amistad. Picasso decía: «Yo no busco: encuentro».
3.
Cuando
vemos que se nos ha presentado una idea que parece original, o al menos
aprovechable, debemos fijarla inmediatamente en un cuadernillo con unos breves
apuntes. Una frase, y a veces una sola palabra, será suficiente.
4.
El
germen de una historia puede estar en un personaje, una situación, un objeto,
una mirada… La historia no está completa, pero ya empieza a ser posible que
exista en un futuro.
5.
No
salgas desnudo a la calle. Lleva siempre contigo un pequeño cuaderno y un
bolígrafo… o un móvil…
El microcuento
1. El
microcuento no es el resumen de un cuento, sino un cuento en sí mismo,
microscópico y certero, reflejo de una realidad condensada.
2.
En
los microcuentos se comprime el lenguaje, se reduce el número de palabras y al
mismo tiempo se expande la realidad y se amplían las posibilidades de
significación.
3.
La
greguería, uno de los más genuinos legados de la narrativa española a la
literatura universal, logra su cometido de recoger los impulsos efímeros pero
intensos de la vida sin caer en los tópicos ni en la retórica.
4.
En
la observación atenta, el escritor se entrena para persuadir y convencer a sus
lectores de la realidad de la ficción.
5.
A
través del escrutinio de lo esencial, de lo invisible, logra el asombro, la
sorpresa y el estado de gracia que persigue quien se sumerge en una historia.
«Lo esencial es invisible a los ojos», nos recuerda Saint-Exupéry.
Recomendaciones del Instituto Cervantes:
Incorrecto:
Estoy muy cansado. No puedo dar más de sí.
Estaba muy enfadado con sí mismo.
Trabaja en una empresa que sus socios son
todos hermanos.
Hay un perro en la casa, el dueño del cual es
alemán.
Fue el sueño quien le produjo el despiste.
Correcto:
Estoy muy cansado. No puedo dar más de mí.
Estaba muy enfadado consigo mismo.
Trabaja en una empresa cuyos socios son todos
hermanos.
Hay un perro en la casa, cuyo dueño es
alemán.
Fue el sueño el que le produjo el despiste.
La pluma con la que escribo / La pluma con
que escribo.
(Lenguaje oral) (Lenguaje escrito)
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